jueves, 8 de octubre de 2020

CABALLEROS MEDIEVALES: HISTORIA - LEYENDA. LA CABALLERÍA. NOVELA DE CABALLERÍA. El REY ARTURO

CABALLEROS MEDIEVALES: HISTORIA  Y LEYENDA 

Alberto Reche Ontillera (Universidad Autónoma de Barcelona. Instituto de Estudios Medievales) Geoffrey Ashe  , El sueño de una época dorada . El rey Arturo

En la Chanson de Girart de Roussillon ( https://es.wikipedia.org/wiki/Gerardo_de_Rosell%C3%B3n ) se describen las cualidades que debía  poseer un buen caballero, en este caso personalizadas en el joven FOLCO, sobrino del protagonista de la Chanson.

El rasgo más destacado del caballero medieval es el comportamiento que aglutina elementos como la cortesía, la educación  la honestidad y la generosidad. Incluía la formación en el ejercicio de las armas , la caza, el ajedrez y los juegos. Además había que sumar los valores cristianos y el gusto por la literatura (no es casual que los orígenes de la novela europea se deben buscar en la literatura artúrica ( Ciclo Artúrico : El Caballero de la carreta; publicado en este blog el 25 abril 2019). La triple esencia militar, aristocrática y cristiana define a la caballería europea medieval y principios de la Edad Moderna.

Quizá la manera más sencilla de acercarse a la caballería sea a través de los propios caballeros, ya sean reales o literarios, ya que la línea que separa a unos y otros influyeron en el comportamiento de los caballeros reales,y  la vida de estos proporcionó abundante material a la literatura.


GODOFREDO DE BOUILLON  (1060-1100)                            

                                                                                                      


https://es.wikipedia.org/wiki/Godofredo_de_Bouill%C3%B3n

Considerado a partir del siglo XIV uno de los Nueve de la Fama ( La extensión de los ideales de la caballería en el siglo XIII llevó a ver en los héroes del pasado a los grandes caballeros de la historia. A principios del s. XIV esta idea se condensó en los NUEVE DE LA FAMA (También llamados los Nueve Notables),  que ejemplificaban valores y virtudes caballerescas. La primera tríada de caballeros, que procedía de la Antigüedad clásica, estaba formada por Héctor,  Alejandro Magno y Julio César. La segunda, que presentaba las virtudes de los caballeros del Antiguo Testamento, incluía a Josué, el conquistador de Canaán, al rey David y a Judas Macabeo. Por último, los caballeros del pasado cercano estaban representados en las figuras del rey Arturo, el emperador Carlomagno y Godofredo de Bouillon. La primera ocasión en que se enumeran los nueve nombres es alrededor de 1310, y lo hace Jacques de Longuyon. La visión que ofrece Longuyon de Arturo está inspirada en la historia de los reyes de Britania de  Godofredo de Monmouth, y se retrata al rey como gobernante justo y guerrero valeroso . )

Es uno de los referentes sobre los que se articuló el molde de la caballería. Hijo del conde Eustaquio II  de Boulogne y de Ida de Lorena, fue junto a sus hermanos uno de los principales dirigentes de la primera cruzada, en la que no tardó en destacar. Una vez conquistada Jerusalén , se le ofreció el trono del nuevo reino de Jerusalén. Godofredo lo rechazó, según él nadie debía llevar la corona de oro donde Cristo había llevado la de espinas. Aceptó el título de Defensor del Santo Sepulcro.

Alrededor de su figura se tejieron evocaciones literarias, tanto relativas a su periplo en Tierra Santa como otras destinadas a engrandecer su estirpe.En este sentido, la que mayor fama es la leyenda del Caballero del Cisne, que a finales del s. XII el personaje se vinculó a la dinastía de los Bouillon: que resultó ser el abuelo materno de Godofredo; historia que une realidad, literatura y leyenda en torno a la figura de uno de los caballeros más reconocidos de la Cristiandad .https://es.wikipedia.org/wiki/Caballero_del_Cisne


GUILLERMO EL MARISCAL      

    

                 https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_el_Mariscal                                                                     
  La mezcla de evocación literaria, deformación de la realidad y ensalzamiento de de los valores caballeros tuvo un largo recorrido en la Europa medieval, especialmente  en el mundo anglo-francés. Pocas figuras resultan más sugerentes que la de Guillermo el Mariscal (hacia 1145-1219)

Conocemos los pormenores de la vida del Mariscal gracias a la historia de su vida encargada por uno de sus hijos ( Histoire de Guillaume le Marechal, biografía en verso escrita por su hijo William)
El periplo vital nos permite observar muchos aspectos de la vida de los caballeros de la época. El joven Guillermo entra en contacto con una actividad que marcará su vida y se convertirá en su pasión: los torneos. Estos se asemejaban a una guerra simulada, por equipos, donde las cuadrillas de jóvenes caballeros podían demostrar su valor y labrarse renombre, fama y fortuna.
  En la época del Mariscal , esta práctica se encontraba en su momento álgido y Guillermo destacó siempre como el mejor de los combatientes en estos encuentros. Ejerció una de las características más apreciadas entre los jóvenes caballeros de la época, la largesse. Largueza  en el reparto del  botín , centro de la cultura del don y del regalo, que permitía forjar lealtades y practicas la generosidad.
Su proximidad a los círculos de poder le llevó a relacionarse con algunos de los personajes más importantes del momento, sirvió a cuatro soberanos (Enrique II, Ricardo Corazón de León, Juan sin Tierra y Enrique III)



 ULRICH VON LIECHTENSTEIN




Los grandes caballeros también cultivaron las artes por ellos mismos y reflexionaron sobre su vida y sus costumbres. Ulrich es conocido también por su faceta de poeta o trovador 
Fue armado caballero en 1223 por Leopoldo VI de Austria, uno de los políticos y mecenas más destacados de su época.
Ha pasado a la historia por su producción literaria. Han llegado hasta nosotros dos de sus obrar, el  Frauenbuch o Libro de las damas ,  un lamento por la decadencia que sufría el cortejo a las damas en su propia época y que él consideraba una de las piedras angulares de la caballería ; Frauendienst o Servicio a las damas, recopilación de poesías, donde el poeta reflexiona sobre los convencionalismos del amor cortés y las búsquedas caballerescas. Lo hace a través de dos aventuras en honor a su dama. La primera de ellas le lleva a recorrer los caminos y, disfrazado de diosa Venus, a competir en justas y torneos desde Venecia hasta Viena. En la segunda aventura, vuelve a emprender un viaje con la intención de medirse con cuanto caballero se cruce a su paso, para engrandecer el honor de su dama.
Quedó inmortalizado en las páginas de uno de los códices caballerescos del s. XIV, es la recopilación más completa de poesía de los minnesänger, ilustrada con 137 miniaturas de página entera, entre las cuales destaca la del propio Ulrich. 


JEAN LE MAINGRE, BOUCICAUT                         



 En la segunda mitad del siglo XIV, los campos de batalla de Europa confrontaron los ideales de la caballería con la realidad de una forma de guerra cada vez más orientada al choque de infanterías. Este período de transición surgieron algunas figuras memorables, como la del caballero Jean Le Maingre (1366-1421), más conocido como Boucicaut.
Combatió junto a la orden Teutónica en su cruzada contra los lituanos, en el Báltico. Actuó en la península ibérica, en los Balcanes, donde apoyó al emperador bizantino frente a los turcos, y en el Próximo Oriente, donde atacó y saqueó diversas ciudades (Trípoli, Sidón, Beirut ...) delo que hoy se conoce por Líbano.
Junto con otros caballeros fundó la Empresa del Escudo Verde y la Dama Blanca, destinada a salvaguardar el honor, la fama y la reputación de las mujeres necesitadas de ayuda.
Grandes figuras regias cono Ricardo Corazón de León o Jaime el Conquistador, Bertrand du Guesclin o John Hawkwood, aventureros como Pero Niño o grandes figuras de la explosión de la cultura caballeresca en el mundo borgoñón como Jacques de Lalaing. Nombres propios unidos por el sentido de pertenencia a un mundo de filiaciones, lealtades y comportamientos comunes que es, en definitiva, aquello a lo que llamamos caballería.


LA CABALLERÍA Y LAS ÓRDENES
Xavier Caodic y la colaboración de Éric Garnier  , El Grial: mitos y simbolismo de la búsqueda. Las grandes figuras: Arturo, los caballeros de la Mesa Redonda.

La caballería particular, opuesta a la caballería de los ejércitos, nació del desmantelamiento del Imperio carolingio. El poder del rey o del emperador pasó a los condes y marqueses. Estos últimos, también denominados condes de la marca, se encargaban de proteger las fronteras. Los condes dirigían un territorio más o menos grande.
Por el principio del feudalismo, estos condados o marcas se dividían en pequeños señoríos poseídos por unos caballeros vasallos de los condes.
Estos pequeños señores de sus feudos se convirtieron así en los primeros miembros de una caballería, distinción que no implicaba forzosamente un título de nobleza. Muchos de ellos sólo eran campesinos que podían adquirir caballos y armas.La adquisición de los títulos no resultó automática hasta el siglo XV, cuando se creó la herencia de ese mismo título.
Hasta el siglo XII, los caballeros propietarios de feudos no daban una imagen demasiado positiva de sí mismos, ya que eran más temidos que amados. Fueron las novelas de caballerías las que los presentaron con numerosas cualidades y dieron así origen al título de "noble caballero".
El estatus prestigioso de los caballeros se debía a que montaban a caballo ,
con un armamento pesado, potente y caro
( El valor del caballo se refleja en la literatura árabe en la obra de Ibn Hudayl (mitad del s. XIV),  Gala de caballeros, Blasón de paladines. Se habla del caballo, su doma, cuidados que se han de tener para mantenerlo en forma.. 20 capítulos sobre caballos y armas.
                                                                           
    Durante los siglos XII y XIII los caballeros llegaron a realizar tareas "nacionales", como la erradicación de los levantamientos de campesinos. En esta época, el poder central francés era muy débil,ya que el rey sólo controlaba una ínfima parte del territorio. Algunos de sus vasallos eran más ricos y poderosos que él
Fue esta época en la que los reyes sintieron la necesidad de crear órdenes de caballería. Nacieron las Órdenes de San Miguel o del Espíritu Santo, a fin de federar a su alrededor , en el seno de la Iglesia, a las más grandes familias nobles de Francia y Bretaña. Estas órdenes se inspiraron en el ideal caballerescos desarrollado en las novelas del ciclo artúrico. Fue también en esta época del final de la caballería cuando esta se volvió hereditaria. La caballería, que se convirtió en la nobleza, se alejó de las misiones guerreras y se convirtió en el ejemplo cristiano a seguir; se revistió de todas las virtudes morales y simbolizó la perfección cristiana.
A partir del siglo XVI, el estatus de caballero declinó por completo. El precio del equipo y la falta de vocación tuvieron mucho que ver con este declive. Desde un punto de vista novelesco, hubo que esperar al XIX y a Walter Scott para que se produjera una exaltación de los sentimientos caballerescos en el seno del movimiento romántico. ( Una novela histórica que trata el tema de desaparición del mundo caballeresco: El  último caballero de Silvestre  Vilaplana.    http://parnaseo.uv.es/Tirant/Butlleti.8/Ressenya_Vilaplana_Sales.htm       
Biografía novelada de Joanot Martorell . El autor nos traslada a un universo donde se respira el hálito de una época, el siglo XV valenciano, vivida son suma intensidad.Ofrece un retrato de su época donde el lector puede reconocer las aspiraciones de los caballeros; retrato en el que se fundamenta en un código ideológico, el del honor, que se actúa como distintivo personal y de clase. Estilo ágil , tono melancólico , y en ocasiones de gran lirismo recuperando el sueño de todos aquellos caballeros que se sentían arrastrados por el poder de los nuevos tiempo y vieron malograda su intención de regresar a esa mítica Edad de Oro que se había acabado.)


EL APRENDIZAJE DE LA CABALLERÍA
Xavier Caodic y la colaboración de Éric Garnier  , El Grial: mitos y simbolismo de la búsqueda. Las grandes figuras: Arturo, los caballeros de la Mesa Redonda.   

A partir de los siete años, los niños podían servir como pajes. Como en cualquier aprendizaje, había que empezar por las tareas menos nobles (limpieza de las armas,cuidado de caballos,...) El oficio de combatiente empezaba a enseñarse a la edad de doce o catorce años.Los jóvenes toman el título de escudero y dependían de un caballero, que les formaba para el combate. En teoría, el joven aprendiz podía ser armado caballero a los dieciocho años, pero dependía de su actitud en el combate.


ARMAR A UN CABALLERO

Al principio se trataba de una simple entrega de armas, pero a lo largo de los años, cuando se volvió muy fuerte el poder de la Iglesia, se convirtió en una ceremonia real comparable a un nuevo bautismo.
El núcleo de la ceremonia era el golpe con la espada plana en el hombro del joven futuro caballero, un golpe que debía soportar sin gemir ni quejarse. También recibía una violenta bofetada, la única de vida que recibiría sin devolverla.
La preparación de la ceremonia religiosa se hacía durante la víspera. El solicitante tomaba un baño y, en ayunas, se preparaba para pasar la noche en oración en la capilla del castillo de su señor. Al alba, asistía a la misa y comulgaba. Después, en presencia de su familia y sus amigos, prestaba juramento de fidelidad a su señor; le debía fidelidad y lealtad perpetuas. Tras este juramento, recibía su espada y su padrino o madrina le regalaba un par de espuelas de oro.
A pesar de haber sido nombrado caballero, no llevaría sus colores de caballero hasta un año más tarde; el primer años debía conformarse con un simple blasón de color uniforme.
(Esta ceremonia lo expone Chrétien de Troyes en su obra)

LA CABALLERÍA Y SUS VALORES

La caballería alcanzó su mayor fama entre los siglos XII y XIII. Se convirtió en un ideal que se repetía en todas las novelas del ciclo artúrico.
Los valores de la caballería eran los del cristianismo. Defensa de los pobres y los huérfanodebía s, a los que añade, la caridad, la lucha contra la injustica y el mal. Debía amar y honrar a su patria.
La cortesía también formaba parte de los valores caballerescos. Se basaba en las buenas relaciones que el caballero debía mantener con las damas y los demás señores. Las relaciones con la dama, si estaba casada, podían llegar lejos. "Cortejar" a una dama casada era perfectamente posible, siempre que las relaciones resultasen platónicas, y el marido ni siquiera debía molestarse (base del amor cortés) . Denominado fin´amor ("amor perfecto")  , debía dirigirse a una persona de rango superior; el caballero, el caballero, como en un campo de batalla, debía conquistar a su "adversaria" a través de la cortesía. Si la mujer escogida era de rango inferior, el caballo podía ordenarle lo que quisiese. 
En esta justa amorosa, lo más importante era el deseo, no la conclusión.
Las Cruzadas exaltaban los valores caballerescos que servían para defender el cristianismo. ördenes célebres, como los templarios y los hospitalarios, luchaban y defendían a los peregrinos; para los templarios , adquirieron una dimensión mística que se reflejaría en la novela de Wolfram von Eschenbach. Sus valores fueron, sobre todo, teóricos, ya que está demostrado que muchos valientes caballeros podían mostrarse como groseros soldados.
Existía cierto código de caballería que los caballeros seguían en combates regulares.






Novela de caballería



Origen y precedentes.

En el s.XV se experimenta en la nobleza feudal una gran transformación durante el último periodo de la E.M. El poder real se debilita por las luchas dinásticas entre Pedro I y Enrique II de Trastamara y la nobleza aumenta su poder a costa de los reyes. La Reconquista (preocupación máxima a lo largo de los siglos de la E.M.), queda abandonada y sustituida por las luchas nobiliarias. A pesar de la debilidad de la monarquía, el concepto de monarquía centralizada se afianza ; esto estimula aún más la rebelión de la nobleza, que se resiste a perder su fuerza y privilegios.
Pese a esta situación, esta nobleza se afina en sus costumbres, se aficiona al arte y a las letras, le gusta rodearse de escritores o serlos ellos mismos, y se concentra en torno al rey para gozar del nuevo ambiente cortesano. Los nobles gustan de exhibirse en las diversiones y fiestas de la corte, en torneos y en certámenes poéticos. Junto a este ambiente cortesano, la corriente clásica e italianista orientan las nuevas producciones literarias hacia un refinamiento artificioso, culto y con frecuencia amanerado.
Al hacerse cortesana ( la nobleza) y trocar su rudeza primitiva por gustos más refinados, la afición a la poesía y al ejercicio del valor personal en justas y torneos de mayor espectacularidad que riesgo bélico, dieron origen a un concepto del caballero más idealizado, gustador de cortesanías. Este caballero se siente desde ahora inspirado por dos poderosos móviles: el amor y el heroísmo individual. 
En la gestación , creación y difusión de esta novela de caballería influyó también la transformación de la burguesía . Este hombre nuevo, el burgués, gustaba de creaciones literarias más novelescas y ligeras, buscando en ellas que alimentaran su fantasía y fueron motivo de diversión.

La novela de caballería a pesar de haber tenido enorme difusión en  España y producido en ella el libro más perfecto en su género, no nació aquí, sino en Francia. La evolución del señor feudal dio origen un tipo de novela en verso denominada Roman Courtois o Novela cortesana, inspirada en los ideales caballerescos que tomó sus temas de fuentes varadas:

1. Leyendas clásicas (Alejandro o la Guerra de Troya)
2. Relatos orientales
3. Pero prefirió los asuntos derivados de las leyendas de Bretaña: Tristán e Iseo, los caballeros del Santo Grial, Parsifal y Merlín, Rey Arturo, Lanzarote y los caballeros de la Tabla Redonda.
En un ambiente de fantasía y de aventura rodeada de un vago lirismo que al prosificarse dieron origen a las novelas de caballería.

Durante el siglo XIV se difundieron por toda la península los principales libros de caballería europeos, sobre todo los del ciclo bretón, en forma de adaptaciones o traducciones. La popularidad de las leyendas artúricas se prolonga hasta bien avanzado el s. XV. Pero, si no cronológicamente la primera, las más difundida y la más importante fue Amadís de Gaula.



Ciclo Bretón:

La materia de Bretaña:

        Un  género literario esencialmente medieval y cuyas primeras manifestaciones datan de mediados del s. XII. Se trata de una de las manifestaciones más originales del genio literario románico de la E. M, surgida de sus mismas costumbres e ideales y, en definitiva, de la aparición y primer gran empuje de la novela. Las primeras muestras de la novela tienen como héroe o protagonista al caballero y pertenecen a un tipo de narraciones que desde tiempos de su redacción y primera difusión eran denominadas “materia de Bretaña”(como era designada la continental, en el extremo noroeste de Francia), y que también reciben el nombre de libros del “ciclo artúrico”, por ser la corte del mítico rey Artús, monarca cristiano y bueno, el núcleo en torno del cual se llevan a cabo las aventuras y empresas caballerescas. Más abstractamente, este género es denominado Roman courtois, novela cortés.
Las más antiguas narraciones de la materia de Bretaña están escritas en versos pareados de 8 sílabas (9 según el uso italiano y castellano) de rima consonante; tratan de asuntos situados en un ambiente que tiene mucho de fantástico y se amoldan a una fundamental trama amorosa o de empeño de difícil realización, y el protagonista o héroe lucha y se afana, por lo común individualmente y muchas veces en solitario, buscando la aventura o suceso extraordinario y lleno de dificultades, peligros y obstáculos, cuya realización y cuyo feliz término constituyen el logro de un prestigio social y el alcance de una perfección moral; y es un caballero bretón más o menos vinculado a la corte del rey Artús.
Ya entrado el s. XII estos relatos versificados de la materia de Bretaña se fueron ramificando en múltiples derivaciones y produciendo extensos libros en prosa, llenos de aventuras, portentos, amores y concepciones mÍstico caballerescas. Con ello quedó asegurada la difusión y la aceptación de un tipo de novela que mantuvo su actividad hasta el s. XVI.
La historia de Bretaña se convierte en novela: Es muy posible que la llamada materia de Bretaña o novelas francesas en torno a la corte del rey Artús, deba algunos de sus elementos y de sus motivos a la antiquísima tradición legendaria bretona o celta, de la cual son pocos los documentos y testimonios dignos de fe anteriores a la aparición de las primeras obras cultas del género. A principios del S. IX un anónimo escribe cierta Historia de los bretones. Este anónimo es el primer autor que nos habla de una misteriosa torre que se derrumbaba todas las noches y cuyo maleficio sólo podía destruir la sangre de un niño nacido de mujer virgen, que resultaba ser un tal Ambrosio, de familia consular romana. En un breve pasaje se hace mención de cierto general (no rey) llamado Arturo, vencedor de los sajones en doce batallas. Parece probable que esta mención no carece de fundamento real y que el prototipo histórico de este personaje, al que la tradición convertirá más adelante en el héroe nacional de Bretaña y llamará “rey Arturo”, sea el perfecto romano de la legión VI Victrix, que estuvo acampada en York en tiempos de Adriano y acaudilló a los britanos en sus guerras contra los armoricanos. Su prestigio guerrero fue tal que desde el s. VI abundan en las Islas Británicas personas a quienes se impusieron los nombres de Artusius o Arthur.
A mediados de S. XII tiene lugar la producción del monje de raza bretona Godofredo de Monmouth, Historia de los Reyes de Bretaña, 1136, es una pieza fundamental en la historia de las literaturas europeas. Godogredo de Monmouth noveliza y amplifica los materiales de la historia de la torre y del niño Ambrosio convirtiéndole en una famosa historieta del que él llama Ambrosio Merlín, niño de origen diabólico al que atribuye una serie de profecías de inspiración bíblica y sibilinoclásica.
Siguiendo la leyenda clásica de los amores de Júpiter con la esposa de Anfitrión, de los que nació Hércules, mito escenificado por Plauto, Godofredo inventa los amores de Uther, rey de los bretones, e Ingern, esposa del Duque de Cornualles, de los que hace nacer a Arturo o Artús, nombre que toma de la Historia de los Bretones, y que convierte en un rey virtuoso, mezcla de héroe de cantar de gesta y del Alejandro medieval. Se complace en describir su corte, la formación de su gran imperio, que hace vasallos suyos a tantos reyes; y su guerra contra los romanos, y la campaña contra su sobrino,que intentaba desposeerlo de la corona, y en la cual el rey Artús cae herido, así como su transporte a la isla de Avalón para ser curado. He aquí cómo nace a la vida literaria una de las más importantes figuras de la ficción medieval, creada a base de leyendas clásicas y de noticias inventadas por historiadores poco escrupulosos.
La obra de Godofredo de Monmouth : Vida de Merlín en versos latinos, es de capital importancia para la génesis del concepto y de los temas de la materia de bretaña.
Sus extensos conocimientos en literatura latina ayudará a Godofredo en la creación de su fabulosa historia , de la que son fuentes la  Eneida, la Farsalia, la Tebaida, las Metamorfosis y otras obras de Ovidio, y también la Biblia, cantares de gesta franceses, los libros sobre Alejandro de Macedonia, etc...
La Historia de los Reyes de Bretaña se tradujo en la E.M. a todas las lenguas cultas. En 1555 el poeta Wace traduce la obra de Godofredo conocida con el nombre de Novela de Bruto porque se inicia , como la de Godofredo de Monmouth, con la historia del fabuloso Brutus, epónimo de Bretaña. En esta obra hay algunas adiciones, entre ellas la que hace referencia a la Tabla Redonda a la que sentaba los caballeros de la corte de Arturo, y que no menciona ningún otro escrito anterior. La traducción de Wace por conocida por Chrètien de Toyes.

Chrétien de Troyes.


Su producción literaria conservada se puede encuadrar entre los años 1160 y 
1190, natural de la Campaña y residente en Troyes, capital de este condado.
Las obras de Chrètien: compuso son las siguientes: la novelesca caballeresca Erec; una narración sobre la fábula de Tántalo ( el que mató a su hijo Pélope, lo aderezó y lo sirvió en un banquete a los dioses, de los cuales sólo Démeter comió el omóplato, sin darse cuenta de que se trataba de tan horrible manjar, fue castigado eternamente a padecer sed); otra narración sobre la fábula mitológica de Teseo, Filomena y Progne, que se transforman en abulilla, golondrina y ruiseñor. Otra obra, juvenil, perdida, que trataba del rey Marc e Iseo.

Cligés, El caballero del León, El caballero de la carreta y el Cuento del Graal.
o Erec:

con esta novela compuesta antes del año 1170, comienza a cultivar los temas artúricos de la materia de Bretaña. Está escrito en pareados octosilábicos, verso narrativo al que le dotó de una elegancia, agilidad y más cualidades expresivas que supera su precedentes.
La novela no describe sólo, pues, una crisis de amor conyugal, sino una crisis de las virtudes caballerescas 

o Cligés: La trama se desarrolla en los extremos occidental y oriental de Europa. Lo fundamental transcurre en Grecia y en Alemania,  países de los que se da una geografía real y que aparecen como tierras normales. La Inglaterra en donde sucede la primera parte de la novela y algunos episodios posteriores es también un país normal y cuyas ciudades llevan los nombres auténticos, en contraste con la fabulosa Bretaña en que ocurren el Erec y las otras obras de Chrètien. En esta Inglaterra reina el rey Arturo, y en su corte destacan los principales caballeros de la Tabla Redonda, entre ellos Lancelot, Perceval, que aún no tiene historia.

Lo esencial de la novela es que el joven Cligés, sobrino del Emperador de Constantinopla Alís, es el encargado de traer de Alemania a la joven Fenice, hija del Emperador de Alemania, y ambos se enamoran. A fin de no cometer traición ni deshonestidad, Fenice preserva su virginidad mediante un filtro; y luego, a fin de reunirse con su amado, ingiere otro filtro que le da apariencia de muerta. Tema que W.S. inmortaliza con su Romeo y Julieta.
Esta novela presenta en su trama y en la situación de sus personajes un claro paralelismo con Tristán.
o El caballero del León .Con esta novela vuelve a la más pura y fabulosa materia de Bretaña y a la biografía fantástica de un caballero de la corte del rey Artús, Ivain, mencionado marginalmente en la Historia de Godofredo de Monmouth (Iwenus) y en Bruto de Wace (Ewein), nombre que corresponde al cético Qwein. El elemento maravilloso desempeña una importante función. La locura de Ivain, que se convertirá en tema casi obligado en novelas y poemas caballerescos, es en algunos puntos similar a la de Tristán, y es curada con un ungüento de aquellos en los que todo el mundo creía en la E.M.
La novela se presenta como una obra en la que, situados en el fantástico mundo bretón, se interfieren y convergen una serie de elementos u procedentes de la Antigüedad clásica, más o menos directamente recogidos. El autor ha sabido disponer los datos clásicos con acierto y oportunidad, los ha acomodado perfectamente al curso de la narración y al clima del mundo aventurero artúrico y ha cimentado la psicología amorosa de los personajes en las enseñanzas de Ovidio.
Una buena lección de moral caballeresca y de cortesía amorosa da el autor en la novela donde el conflicto sentimental se plantea y se resuelve dentro de la más estricta licitud matrimonial.
o El caballero de la carreta: es Lancelot el protagonista, enamorado de la reina, esposa de Arturo, la cual lo desdeña y lo somete a las más crueles y degradantes pruebas por haber vacilado breves instantes antes de correr en su auxilio al ser raptada por un caballero desconocido. Lancelot va en demanda de la prisionera en una humilde carreta de las que se empleaban para llevar a los reos al patíbulo (tema que todavía halla un lejano eco en el final de la primera parte del Quijote) Lancelot, que alcanzará el amor físico de la reina, realiza toda suerte de proezas en un reino misterioso y poblado de maravillas, y se cubre de gloria, anónimamente, en brillantísimo torneo.
Lancelot del Lac, a quien espera imperecedera gloria en la literatura, es un caballero comparase tanto en el Erec, donde es mencionado por primera vez, como en el Cligés, y nada podía hacer pensar que se convertiría en el amante de la reina Ginebra (Guenièvre). Tanto es así, que existe una novela de aventuras, hacia el año 1200, Lanzelet del suizo Ulrich von Zatzikhoven, que se supone que deriva de un original anglonormando perdido, que tiene por protagonista a nuestro personaje, y en él no se hace ni la menor alusión a sus amores con la reina ni al rapto de ésta. La idea, pues, de hacer Lancelot y a la reina amantes parece proceder de María de Champaña; y ello debería de ser tan sorprendente e inesperado para los conocedores de la materia de Bretaña, que Chétien, con su gran experiencia de novelista y su dominio de la atención del lector, hace que su protagonista permanezca anónimo, designado únicamente “el caballero de la carreta”, para intrigar y mantener en suspenso su identidad, hasta que en la mitad de la novela, en el verso 3676, descubre que se trata de Lancelot.
El autor narra las fabulosas y sorprendentes aventuras de el caballero de la carreta, lle
                                       

nas de misterio y de sobrenaturalidad, con una vaguedad consciente y ausencia de trazos firmes en las figuras y en los hechos, lo que da como resultado la eficaz creación de un ambiente de lejanía y de ensueño, de fábula y trasmundo, que acrecienta la turbadora emotividad y hace inaprensible lo directo y concreto. La obra es una especie de ensueño sentimental y caballeresco que se desarrolla en un país místico e irreal. El autor intensifica esta sensación y aumenta en algunos episodios la vaguedad del relato al no dar nombres a personajes secundarios, sobre todo a las numerosas doncellas que se interfieren en la acción, lo que desorienta a veces al lector.

 o El Cuento del Graal: La última novela de Chrètien. El tema del vaso maravilloso llamado en francés graal, y los adaptadores castellanos medievales denominaron grial, aparece en al historia literaria en esta obra. El autor no pudo terminar esta obra porque le sorprendió la muerte en plena tarea y cuando le faltaban por escribir varios episodios, principalmente aquellos finales o de desenlace donde, sin duda, hubiera desvelado los enigmas que habitualmente había ido situando y planteado con gran habilidad a lo largo del relato. Precisamente los grandes y apasionantes problemas de interpretación que siempre ha suscitado la leyenda del graal se  deben en gran parte a este hecho: a que el escritor que puede ser considerado el creador de la ficción, después de haber insertado en ella una serie de elementos que intrigan, no han podido darnos las soluciones que esperamos si aclararnos los misterios que con tanta traza supo imaginar.

El  Grial : El Santo Grial es la copa usada por Jesús en la Última Cena , y su aparición en Occidente está íntimamente relacionada con las cruzadas, con la participación del conde Felipe de Flandes. El primer viaje a Tierra Santa de Felipe fue en 1177. Volvió al año siguiente cuando le encarga a Crètien de Troyes escribir Perceval,Li contes del graal.   Tras perder Jerusalén en 1187, Felipe participa en la tercera cruzada, muere en Acre en junio de 1191. Para este año, ya estaba escrito el libro, en el que se observa ciertas circunstancias que se corresponden con los sucesos y personajes del momento de las cruzadas: "la visita del héroe al castillo del Grial (Jerusalén), el rey Tullido que lo guarda es un rey enfermo (Balduino IV, era leproso) y, es primo de Perceval (como Balduino y Felipe). 


Novela en prosa:

Hacia el año 1225 se redacta una  extensísima compilación en prosa francesa, firmada por escritor Walter Map,https://ast.wikipedia.org/wiki/Walter_Map y que se suele considerar falsa. El núcleo esencial y original de esta inmensa narración está constituido por tres novelas: el llamado Lancelot en prosa, La demanda del Graal y La muerte de Artús
.
o Lancelot en prosa: es la más extensa, se basa fundamentalmente en el Caballero de la carreta de Chrètien de Troyes y en el original francés, hoy perdido, de la novela Lanzalet, que tradujo Ultrich von Zatzikhoven. Nacido en un linaje que procede del rey David, el niño Lancelot es educado por la maga Dama del Lago, que lo instruye en  la caballería, de modo que a los 18 años emprende su carrera de caballero andante y se manifiestan su gran valor y su nobleza. Las relaciones entre Lancelot y la reina Ginebra transcurren entre sobresaltos y graves incidentes, algunos provocados por el hada Morgana, hermana del rey Arturo, que odia a Ginebra. El adulterio cometido hará que Lancelot no pueda ser el caballero destinado a contemplar el graal. Lancelot, por arte de encantamiento, yace con la hija del rey Pescador (descendiente del linaje de San José de Arimateda), y de esta manera nacerá Galaad, el caballero predestinado para la gran empresa. El asunto primario de la novela, biografía y amores de Lancelot, se halla constantemente interferido por el relato de las aventuras de otros caballeros de la corte de Arturo, y en muchas de ellas aparecen elementos maravillosos y portentosos.

o La demanda del graal: Se inicia con una escena similar al momento cumbre de El cuento del Graal. Un día de Pentecostés los Caballeros del rey Arturo se encuentran en  torno de la Tabla Redonda, y una serie de presagios anuncian la inminente llegada del mejor de los caballeros; y éste es Galaad, y que se sienta en el Sitio Peligroso, reservado desde la Pasión de Cristo para el caballero perfecto. El Santo Graal hace su aparición sobre los caballeros, y, al desaparecer, todos ellos se preparan para ir en su busca, la famosa demanda que dispersa para siempre la mejor corte del mundo. La historia va siguiendo las aventuras de los principales caballeros. 
 
o La muerte de Artús. Última novela de la trilogía. Volvemos al ambiente mundano y aventurero de la corte del gran rey de Bretaña, ahora casi desierta y decadente por la ausencia de tantos caballeros. Aquí Lancelot cae de nuevo en el pecado al reanudar sus amores con la reina, lo que provoca una especie de guerra civil. Y, siguiendo las ficciones históricas  inventadas por Godofredo de Monmouth, surgen la guerra de los bretones contra los romanos y la traición de Mordred, sobrino o hijo de Artús, con la gran batalla de Salisbury, en la que el rey , herido gravemente, es llevado por su hermana Morgana a la isla de Avalón, sin que nada más se haya sabido de él. La espada Escalibur es lanzada al lago, del que emerge una sobrenatural mano que la empuña y se hunde para siempre con ella. Esta novela constituye el crepúsculo de la corte de Artús.

María de Francia 

Primera escritora románica, contemporánea a Chrètien de Troyes, crea la novela corta o cuento. Nada en concreto se sabe sobre la personalidad de esta escritora, que en sus obras se dirige a un público cortesano al que conoce muy bien. De sólida formación latina.

En los cuentos de María de Francia de carácter bretón aumenta el elemento fantástico y maravilloso. Encontramos el motivo del amante que se convierte en pájaro para visitar secretamente a su amada, y que es  brutalmente herido por el celoso marido de ésta; de la cierva que, alcanzada por las flechas de un cazador , habla y pronostica amores desgraciados , y el del bajel que navega sin marineros que lo gobiernen. Otros son sencillas historias sentimentales, cuyo eje es una anécdota en si muy insignificante, pero de  gran intensidad . María de Francia tiene un extraordinario acierto en la creación de ambientes maravillosos y climas de poético misterio. La composición de sus narraciones es sumamente hábil, y la acción discurre perfectamente enlazada en sus acontecimientos. Su estilo es muy sobrio,aunque no sea tan preciso y rectilíneo como el de Chrètien. Revela su feminidad y su decidida intención de ponderar y exaltar el amor sincero. No es fundamentalmente antimatrimonial, pero no perdona a los maridos celosos ni el egoísmo. Sus doce cuentos, llenos de finura, de sentimiento y de arte, inauguran la narración breve en lengua romance y en verso y dan a las ficciones literarias de ambiente bretón un delicado tono de ensueño y maravilla.


     Sir Thomas Malory



  

Autor de La Muerte de Arturo,obra publicada por Caxton en 1485. Malory había recurrido a muchas fuentes para reunir su material artúrico. Había hilvanado y coordinado diversas narraciones dispares sin tratar de fundirlos en un conjunto armonizado. Sin embargo, la narración presenta un núcleo central, y, a pesar de los amplios paréntesis que se abren para incluir las aventuras de caballeros como Pelais, Palomides, Galván, o la fascínate leyenda de Tristán e Isolda, en la obra aparece el hilo argumental dominante que consiste en las aventuras de Artur, trenzadas con la leyenda del Santo Grial. En ella se narra el maravilloso nacimiento de Artur, la intervención del sabio Merlín, el triunfante reinado del gran monarca; pero la historia encierra ya en un principio elementos primarios de destrución,que consisten en el incesto –aunque no consciente- cometido por Artur con Morgana en su matrimonio con Ginebra, dama que le tenía que ser infiel con Lancelot, y continúa con el fracaso de éste en la búsqueda del Santo Grial y la Obtención del Cáliz por parte de su hijo Galahad, representante de la pureza. La obra termina con la narración de la muerte de Artur a consecuencia de la herida que le causó Mordred en una batalla en la que éste muere también de una lanzada de su padre. La profecía de Merlín quedaba cumplida: el cuerpo de Arturo era conducido en una barca que unas damas dirigieron hacia la isla de Avalon. Ginebra arrepentida se encierra en un monasterio y Lancelot se convierte en ermitaño y continúa con el fracaso de éste en la búsqueda del Santo Grial y la Obtención del Cáliz por parte de su hijo Galahad, representante de la pureza. La obra termina con la narración de la muerte de Artur a consecuencia de la herida que le causó Mordred en una batalla en la que éste muere también de una lanzada de su padre. La profecía de Merlín quedaba cumplida: el cuerpo de Arturo era conducido en una barca que unas damas dirigieron hacia la isla de Avalon. Ginebra arrepentida se encierra en un monasterio y Lancelot se convierte en ermitaño.y continúa con el fracaso de éste en la búsqueda del Santo Grial y la Obtención del Cáliz por parte de su hijo Galahad, representante de la pureza. La obra termina con la narración de la muerte de Artur a consecuencia de la herida que le causó Mordred en una batalla en la que éste muere también de una lanzada de su padre. La profecía de Merlín quedaba cumplida: el cuerpo de Arturo era conducido en una barca que unas damas dirigieron hacia la isla de Avalon. Ginebra arrepentida se encierra en un monasterio y Lancelot se convierte en ermitaño.el cuerpo de Arturo era conducido en una barca que unas damas dirigieron hacia la isla de Avalon. Ginebra arrepentida se encierra en un monasterio y Lancelot se convierte en ermitaño.el cuerpo de Arturo era conducido en una barca que unas damas dirigieron hacia la isla de Avalon. Ginebra arrepentida se encierra en un monasterio y Lancelot se convierte en ermitaño.
Es indudable que la obra no posee una estructura compacta y adolece de falta de unidad argumental y de pensamiento; pero tiene unidad de fondo, de estilo y de ambiente, y hay que reconocer que con ella Malory creó la mejor narración imaginativa de la época medieval. Su prosa es espontánea sugestiva y fascinantemente poética. Su obra deja abierta a la novela isabelina.



El Rey Arturo en el “roman courtois”.

.- Orden de Caballería : En los poemas épicos y en las novelas corteses hay que buscar la clave del misterio de la caballería, así considerado por la sacralidad de los ritos que acompañaban a la investidura. Cuando la literatura medieval toma el personaje , sus compañeros aparecen convertidos en caballeros, en los romances pasan a ser los caballeros de la Tabla redonda, con los votos propios del código de la caballería y con  responsabilidades sociales y religiosas. El caballero debía ser valeroso, leal, cortés, diestro con las armas. Debía deshacer entuertos y socorrer al débil. Las reales órdenes de caballería mantenían a menudo una estrecha relación con la Iglesia. ( Libro de la Orden de Caballería, Ramón Llull, texto repleto de imágenes y símbolos que nos colocan ante la más pura y precisa comprensión del espíritu caballeresco medieval;; Código de las Siete Partidas –11, 12,13,14, 15-, Alfonso X el Sabio, donde se especifican los momentos básicos de la ceremonia.

.- En los relatos novelescos que recuentan, desde el último tercio del s.XII, para un público cortés y refinado los “cuentos de aventura” de la “materia de Bretaña”, no es el rey Arturo el protagonista heroico de las tramas románticas. El héroe novelesco de estos relatos, primero en verso y luego en prosa, es algún joven caballero de la Corte de Arturo, que va en pos de la aventura y del amor, desafiando misteriosas fuerzas malignas y tremendos monstruos y maléficos por extraños parajes.
Así como la épica francesa había creado –en la Chanson de Roland- la imagen ideal de Carlomagno como un emperador poderoso y sabio, elegido por Dios para la gloria de Francia, y del mismo modo doctos clérigos que compusieron el Roman de Alexandre habían magnificado la figura del monarca como un espejo de reyes por su arrojo y su cortesía, así la literatura novelesca de algunas cortes feudales francesas idealizó la figura de Arturo, a partir de los textos de Godofredo de Monmouth, traducido por Wace, insistiendo en los aspectos corteses de la narración, y añadiendo un elemento muy importante a la descripción de esta corte: la Tabla Redonda. El rey destaca por su magnificencia, por su sentido de la cortesía, su generosidad, su justicia. Arturo vela por la justicia en el marco de un estricto conservadurismo feudal. La imagen de Arturo como monarca ejemplar está puesta de relieve en diversos lugares de las novelas. Es un paradigma ético, de nobleza y generosidad, que prescinde de los rasgos nacionalistas e incluso de los rasgos más personales ( que tenía en la Historia de los Reyes de Bretaña ). En Erec, Arturo se presenta como el mantenedor del orden tradicional, defensor ecuánime de la verdad y el derecho. 
El mítico Arturo queda en una atmósfera galante y aventura desligado de su carácter de héroe nacional y se transforma en un paradigma universal del monarca ideal, que como la caballería misma está más allá y por encima de los intereses nacionales históricos. El código del honor, el ámbito de la cortesía, los ideales éticos (con un fundamento cristiano) son universales. Esto contribuye al éxito, su difusión por Europa, así como la larga permanencia de la retórica caballeresca.
Arturo es el rey de un reino fabuloso, mal definido, con puertas abiertas hacia extraordinarios paisajes de magia y de arriesgada maravilla. Los dominios del rey Arturo están en un mundo indefinido geográficamente.
La corte es el centro de ese mundo aventurero y cortés. En ella se encontraban las damas más elegantes con los paladines más esforzados. Es la corte de las fiestas y de las charlas donde se refieren los prodigios y las bodas principescas. Es el punto de partida y el puerto de regreso de los esforzados caballeros. Es un rasgo distintivo de la novela de caballería el que las aventuras de los héroes acontezcan en un marco mucho más abstracto que el terreno bien delimitado de la acción épica o histórica. Mientras el guerrero del poema épico pelea por defender una tierra o una población en una bien concreta situación geográfica, en nombre de una patria o por un estandarte nacional, el caballero andante va en busca de aventuras hacia un horizonte impreciso por un paisaje fantaseado.

.- La  mujer : Detrás de Ginebra subyacen las tradiciones de las reinas celtas. Detrás de Morgana y la Dama del lago se ocultan tradiciones de sacerdotisas y diosas.
La reina celta podía por derecho propio mandar ejércitos, tener amantes como en las tierras del norte de Britania. Para los autores medievales esta libertad e igualdad de la mujer resultaba inaceptable e incluso incomprensible. No sólo se considera a Ginebra atrevida e infiel, sino que siempre se la define con relación con un hambre, su marido o su amante, incluso en los casos en que se le da un tratamiento amable, como sucede algunas ocasiones. De la misma forma, puesto que el mito pagano y la magia se consideran ahora el peor de los pecados, Morgana se convierte en una bruja que conspira contra Arturo, y Nimue la Dama del Lago, pasa a ser la ruina de un embrutecido Merlín.


El mito de Arturo en la actualidad.

El desarrollo artúrico moderno ha sido el crecimiento del “nueva materia de Bretaña”. Algunos novelistas respetando y basándose en las versiones medievales, se han remontado hasta imaginar la Britania posromana como realmente pudo haber sido, o lo han utilizado como entramado sobre el que urdir sus mitos de creación propia. Sin embargo en los medios audiovisuales esta tendencia no ha dado muchos frutos, excepto una serie de T.V. dirigida al público infantil. El musical Camelot, de Josua Logan, está basado principalmente en la obra de Wice, salvo en el personajes de Mordred, que aparecía retratado como un iconoclasta socarrón; la versión de la película  (1967) mantiene e incrementa el esplendor medieval. La película de Robert Bresson Lanzarote del Lago es un sombrío estudio del eterno triángulo Arturo-Ginebra-Lancelot. Este tema reaparece en 1981 en Excalibur de Hohn Boorman, que aunque basada en Malory entremezcla imágenes hasta extrapolar la acción de cualquier período concreto y definido, al igual que hace Bresson en menor medida. Hay también un eco de la obra de White en la película de Boorman: la primero vez que aparece Arturo no lo hace como hombre, sino como adolescente. Merlín, sin embargo, resulta más interesante, una figura poderosa y ambivalente a mitad de camino entre un mundo druídico y otro cristiano, tal como el auténtico Merlín podría haber sido.

Precedentes castellanos: Incorporación de los temas franceses.

Cuando las novelas de aventuras que tienen por protagonista al caballero se instauran en tierras españolas el género adquiere unas características peculiares y singulares, que lo renuevan de tal suerte que, cuando llega el Renacimiento, y con él el final definitivo de la aceptación por parte de la gente cultivada de este tipo de literatura, los libros castellanos, llamados de caballería, alcanzarán precisamente entonces su máximo esplendor y su mayor difusión, camino ascendente y momento de plenitud que perdurarán hasta la publicación del Quijote.
 Es evidente que la literatura de caballeros es en la península Ibérica un género importado de Francia. Pronto contaron las literaturas hispánicas con versiones y adaptaciones de las novelas de la materia de Bretaña, como la de Tristán y del Santo Grial. El público cortesano y caballeresco español exigía este género de literatura, que muy pronto se adueño de las preferencias de todas las clases sociales e incluso suministró temas y personajes al Romancero.
Lo decisivo es advertir cómo ya desde muy antiguo la literatura de caballeros en castellano adquiere una fisonomía muy distinta de la francesa, debido no tan sólo al temperamento de los escritores que la cultiva y de los lectores, sino también a la especial situación de confluencia cultural en que se encontraba España.
La novela de caballería española en sus primeros tiempos incorpora cuentos tomados de cantares de gesta; y así a principios del S.XIV se hace una versión en prosa de la Historia de la gran reyna Sebila , de cierto interés erudito por conservarse sólo fragmentariamente el original francés. Se trata de una novelesca relación de fabulosos desavenencias conyugales de Carlomagno.

La gran conquista de Ultramar.

Pertenece muy probablemente  a los años del reinado de Sancho IV, aunque su datación es insegura y muy discutida. Menéndez Pidal  la sitúa alrededor de 1293 (s.XIII), Poul Groussac y Gaston Paris la sitúan en el s. XIV; basándose en que en el texto se alude la supresión de la Orden de los Templarios ( en 1310). Agapito Rey admite la fecha de Pidal ya que afirma que este pasaje es una interpolación tardía.
Fue impresa en Salamanca en 1503 ( se conservan tres manuscritos de distinta época que reproducen partes del texto)
El asunto central es el relato de la Cruzadas de Tierra Santa que tuvieron lugar en el S.XII. esta versión sigue textos franceses y provenzales.
Con el relato de la Cruzadas se entrelazan numerosas leyendas de muy diverso asunto de gran interés por su relación con las gestas y la literatura caballeresca – destacan las referentes al nacimiento y juventud de Carlomagno (Mainete), y la del Caballero del Cisne que se introduce en el relato para establecer la genealogía de Godofredo de Bouillon, héroe de la Primera Cruzada; otras leyendas tienen también por objeto el fijar la genealogía de otros cruzados distintos.
La leyenda de Mainete es distinta de la que se inserta en la Primera Crónica General y en el poema de Roncesvalles; se funde además con la leyenda de Berta, primera versión de este tema en España. En la Gran Conquista, Berta es hija única de Flores y Blancaflor “reyes de Almería “, no de Hungría ( como se dice en todas las versiones de la leyenda carolingia, menos en una, por lo que la españolización de los padres de Berta no es invención de la Conquista.
La leyenda del Caballero del Cisne, tema literario de gran difusión recogido por Wargner en su Lohengrin, penetra en España por primera vez en la Gan Conquista de Ultramar.

El libro del caballero Zifar

Título completo: “ Historia del caballero de Dios que avía por nombre Cifar, el qual por sus virtuosas obras et azañosas fue rey de Menton”
Fue compuesto a comienzos del s.XIV y es considerado como la más antigua manifestación en nuestra lengua de las novelas de caballería. Ha sido atribuido al arcediano ( en lo antiguo, el primero o principal de los diáconos, hoy es dignidad en las iglesias catedrales.2.- Juez ordinario que ejercía jurisdicción delegada de la episcopal en determinado territorio) Madrid Ferrán Martínez , pero debe tenerse por anónimo. Su núcleo central lo constituye un relato caballeresco, emparentado con los del ciclo bretón, que cuenta las aventuras del caballero Zifar y de sus hijos Garfín y Roboán, aparte otras historias como la de la Dama del Lago; pero contiene a su vez una extensa parte didáctica, extraída de los numerosos florilegios ( Antología, selección, colección de los mejores fragmentos de obras literarias) morales y compilaciones de ejemplos, tan difundidos en su época, y toma de también de las Partidas y del Libro de los castigos.
Entre los estudiosos esta obra ha tenido poca estima, se le considera, por lo general, como una obra híbrida de muy relativo interés: no llega a ser una novela típica de caballería sino y un centón  ( obra literaria en verso o en prosa, compuesta enteramente, o en la mayor parte, de sentencias y expresiones ajenas ) misceláneo. Menéndez Pelayo opina que la fábula de Zifar es desordenada e incoherente, y calificada de poco hábil la fusión de las partes didácticas y novelescas así como la mezcla de los elementos bizantinos y célticos.; Lida de Malkiel opina que es “un no logrado maridaje de didáctica y de novela caballeresca”.
Roger Walker le descubre cualidades que subraya, contra todos los críticos, la unidad de la obra. La condición que diferencia esencialmente al Zifar del resto de los libros de caballería es su realismo. La inclusión de ciertos episodios maravillosos parece contradecir esta afirmación, pero la existencia de lo maravilloso pertenece a la esencia misma de lo caballeresco; el héroe es siempre un ser excepcional; obligado a servirse de lo fantástico, el autor del Zifar lo distribuye armoniosamente de acuerdo con una estructura, que se repite en las partes de la obra (Libros I, II y IV) que tratan aventuras:
1º una serie de aventuras de carácter realista (mundo y personajes normales)
sigue un episodio maravilloso, se retorna al mundo real, y finalmente el reparto de premios y castigos  a los diversos protagonistas de cada libro.Los tres episodios maravillosos son:
.- el milagroso rescate de Grima (esposa de Zifar)
.- Las aventuras del caballero Atrevido en el Lago Encantado
.- Las aventuras de Roboán en las Islas Dotadas.
Cada uno de los episodios encierra la significación de una prueba a que se somete al héroe  para saber si es digno de las mercedes que le guardan: Grima vence y queda en posesión de sus riquezas; los otros dos caballeros ceden a la avaricia y a la ambición y son expulsados de sus posesiones. Para Walker el tema cardinal es el de la ascensión hasta el triunfo, pero este triunfo es el resultado de una conducta virtuosa y de la plena aceptación de la divina voluntad.
Walker señala que el paso de lo real a lo maravilloso así como el de la aventura al plano de la moralización es preparado por el autor cuidadosamente para evitar todo cambio abrupto; en el primer caso, con ciertos hechos insólitos que nos conducen insensiblemente a la ruptura del mundo real, 2º caso, mediante la combinación inicial de breves historias morales con la enseñanza teórica, luego queda desnuda la enseñanza teórica, reapareciendo, después las breves historias para introducirnos de nuevo en el siguiente ciclo de aventuras.
En definitiva podemos afirmar que teniendo en cuenta unos y otros críticos que el Caballero Zifar es indudablemente un libro que ocupa un estadio intermedio entre los tradicionales ejemplarios moralizadores y la novela caballeresca pura.
El Zifar tiene otro motivo de interés literario, que es la figura del escudero Ribaldo, a quien se le viene dando el papel de antecesor de Sancho Panza por su afición a los refranes y su carácter apicarado y socarrón. Pero este paralelismo quizá esté un poco forzado, porque Ribaldo dice menos refranes que su amo, actúa de consejero y emisario de Zifar, tiene clara conciencia de su saber y de sus dotes, y, más que necio es cobarde, es el que induce a su señor a ciertas aventuras; tampoco es rústico, sino cortés.

La Fábula de Guillem de Torroella.

La Fábula de Guillem de Torroella ( autor mallorquín, natural de Sóller). Se trata de un interesante testimonio de la evolución de las leyendas bretonas sobre el rey Arturo y su hermana Morgana, donde aparece Artús encantado en una maravillosa isla que es forzado identificar con la isla de Sicilia, que otros textos habían situado el retiro del rey, después de su última batalla, y la consiguiente “esperanza bretona”.
Guillem de Torroella relata los acontecimientos en primera persona y finge que es llevado prodigiosamente del puerto del valle de Sóller a Sicilia ( sin citar el nombre de Sicilia), donde, rodeado de elementos sobrenaturales, encuentra en un maravilloso palacio al rey Artús encantado y a su hermana Morgana. Aunque todo el texto está escrito en catalán muy provenzalizado, algunos personajes hablan en francés, curioso rasgo de naturalidad en un ambiente tan fantástico. Guillem de Torroella cita muchos elementos literarios de las novelas artúricas, entre ellos el del Santo Grial, y sabe conjugar bien lo episódico con lo simbólico.


Etapas de la novela de caballería

Considerando el género caballeresco del s.XVI desde una perspectiva dinámica, fue creciendo a lo largo de todo el período y que tuvo, por tanto su nacimiento, su desarrollo y su extinción, los libros de caballería podrían agruparse en tres fases: la fundacional, la constituyente y la fase de expansión y evolución.

FASE  FUNCIONAL: Culmina en los comienzos del s. XVI con el Amadís  de Gaula . El Amadís, versión de Montalvo es el resultado de un proceso en el que se sintetiza el modelo narrativo del ciclo bretón, basado en una caballería mundana orientada a la personal consecución de la fama, con la tradición caballeresca del ciclo troyano (M.Rosa Lida). El Amadis es, además la puerta con que se abre un nuevo género literario, porque adapta y nacionaliza la materia caballeresca porque crea un caballero símbolo del más noble ideal de enamorado y porque utiliza una estructura narrativa desde la que puede explicarse la organización de materiales de un buen número de libros de caballeros posteriores.
La estructura del Amadís es trimembre: 
1. La situación inicial presenta, con relación al héroe y a su grupo, caracteres de virtualidad y potencialidad.
2. La situación final se caracteriza por la actualización de las virtualidades iniciales.
3. La tarea caballeresca del héroe y de los caballeros de su grupo está constituida por un conjunto de episodios sucesivos fragmentables en estratos o niveles intermedios que llevan al protagonista y a sus caballeros desde las virtualidades iniciales a su actualización en la situación final.
El cuerpo central de aventuras caballerescas se estructura, también, en forma trimembre, pues el objetivo último ( matrimonio de Amadís con Otiana) depende de la consecución de tres objetivos previos: la cualificación del protagonista como el más valiente caballero (LI) como el más leal enamorado (LII) y la superación de la discordia entre Amadís y el rey Lisuarte ( LIII y IV). Los cuatros libros son el desarrollo de motivos y temas contenidos en los vaticinios de la obra y se halla emparejados, dos a dos: LI con el L II.- porque ambos tienen como base la misma profecía y configuran la personalidad del héroe en un proceso ascendente.
     El Libro III con el L. IV, porque en uno se relata la “discordia” y en el otro la “concordia” entre Amadís y el rey Lisuarte y tiene como núcleo generador la 2ª profecía general.

FASE CONSTITUYENTE: Integrada por las obras que se publican entre
1510 y 1512: Las Sergas de Esplandián y el Floresando; dos continuaciones de los Amadises: Palmerín de Olivia y el Primaleón; los dos Palmerines.
Las Sergas contribuye a la nacionalización del género por la inclusión de lo didáctico-moral y por la configuración de un héroe animado, por nuevos ideales caballerescos ( Esplandián es un caballero al servicio de la religión). En esta línea está Florisando. El Palmerín de Olivia y el Primaleón reorienta el género por un nuevo camino que resulta ser una síntesis de Amadís y las Sergas.
Con los libros de esta fase constituyente, el género adquiere un fisonomía múltiple y abierta, por las varias tendencias que desarrolla: el estilo artúrico y antiartúrico, la combinación de los dos y una orientación específicamente peninsular, propia de nuestros libros de caballería. Las obras de esta fase contienen los elementos formales y temáticas para la expansión y evolución del género.
FASE EXPANSIÓN Y EVOLUCIÓN: se inicia a partir de 1514. Están las continuaciones de los Amadises y Palmerines. Las nuevas obras aceptan el material básico de la fase fundacional y constituyente, cambian las direcciones aparecidas, trasforman temas y elementos constructivos e incorporan materiales de otros géneros literarios, como el pastoril, al tiempo que se desarrolla la crítica y la burla de la misma caballería que, poco a poco, encauza el género hacia el desprecio y la propia destrucción.
En los Amadises y Palmerines permanece una estructura básica común en la que pueden distinguirse dos partes con tres estratos cada una : en la 1ª, las aventuras están destinadas a la cualificación del protagonista, sucesivamente, como héroe singular, como enamorado y como jefe de un grupo de caballeros; 2º el desarrollo de una batalla colectiva (dos imperios, dos reinos o dos religiones en oposición), también fragmentable en tres estratos, y en la que el protagonista aparece como caballero imprescindible para que el rey o emperador en cuya corte sirve pueda triunfar sobre sus propios enemigos o los enemigos de la fe cristiana.

Características de las Novelas de Caballería.

Cada uno de los libros de caballería tenía por héroe a un caballero andante, en quien se encarna a la vez el heroísmo y la fidelidad amorosa más extremada, defensor de la justicia y de los oprimidos , que afrontaba las más extraordinarias aventuras contra fantásticos personajes. El amor idealizado hacia una dama, asimismo ideal, que polarizaba los pensamientos del caballero, era parte fundamental de estas narraciones: a ella ofrecía la gloria de sus hazañas y rendía el atributo de su amor más fiel. Este amor a mujer, el mismo “amor cortés” que había inspirado la lírica de los cancioneros, no era sino una paganización del ideal religioso de la E.M.: lo que hasta entonces había sido la lucha por la fe, lo lleva ahora la conquista de la mujer amada. Se conserva el amor místico, pero ofrendado a un amor humano.

Novela de caballería  “ a lo divino”

La gran fama del género caballeresco dio lugar incluso a que se escribieran novelas “a lo divino” , es decir, una versión religiosa con fines doctrinales de las aventuras de estos héroes fantásticos. Se pretendía dar así la réplica a unos libros que habían sido duramente criticados por los moralistas del siglo. Quizá la más famosa de todas ellas fuera La caballería celestial de Jerónimo Sempere. 
.- El caballero del sol. Libro intitulado peregrinación de la vida del hombre, de Pedro Hernández de Villalumbrales.
.- La Historia y milicia cristiana del caballero peregrino, conquistador del cielo, de Alonso de Soria.


Amadís de Gaula 

Orígenes, autor y lengua.

Los orígenes del Amadís son muy oscuros. En la forma que hoy se conoce debió de ser escrito hacia 1492, y en 1508 apareció la 1ª edición en Zaragoza ( es bastante probable que existiera una edición anterior, impresa en Sevilla. La 1º edición conocida en esta ciudad, 1511, parece no estar basada en la de Zaragoza) firmada por Garci Rodríguez de Montalvo. Pero éste no es su verdadero autor, o por lo menos el de su primera redacción original. Se sabe que mucho tiempo antes era conocido en España un Amadís; la primera mención de él que se conoce es la de Fray Juan García de Castrogeriz en su traducción del difundido tratado De regimine principum de Egido de Colona, en 1350. Lo cita asimismo Pero Ferrús, figura entre los m´s antiguos poetas del Cancionero de Baena; también lo menciona el Canciller Ayala en su Rimado de Palacio; e Imperial y Alfonso Álvarez de Villasandino. Se desconoce, sin embargo, la fecha de su primera redacción, pero puede afirmarse con seguridad que existía antes de 1325.
La lengua en que fue originariamente escrito. Portugal y Francia se han atribuido la paternidad de la novela. Hasta mediados del siglo XV no se conoce mención alguna a favor de un autor portugués, pero en una crónica de 1454 su autor afirma terminantemente que el Amadís fue escrito por un Vasco de Lobería, y en otros textos mucho más tardíos se dan otros nombres. La identificación del dicho Vasco de Lobería, es una autoría que ya nadie admite.
En cuanto el origen francés sólo se apoya en el testimonio de Herberay des Essarts, traductor del Amadís por orden de Francisco I, según el cual había existido un libro “en lengage picard” , del que todavía se conservaban fragmentos en su tiempo, que había sido el original de la famosa novela. Edwin B. Place asegura que “la pretensión portuguesa sigue careciendo de pruebas concluyentes, mientras que hoy día casi nadie atribuye importancia a las reclamaciones francesas”.De todos modos, el único vestigio de versiones manuscritas que hoy se conserva consiste en unos fragmentos escritos en un dialecto español occidental, que se transcribirían a principios del s.XV. Desconocida la fecha del Amadís primitivo, y no sólo el nombre sino la nacionalidad de su autor, el único texto conocido por el momento es el de Montalvo y a él hay que atenerse.

El libro imitación libérrima de las novelas del ciclo bretón es un tejido de las más variadas y maravillosas aventuras. La acción principal está además interrumpida por numerosos episodios secundarios donde se cuentas peripecias de otros personajes. 
Las aventuras del Amadís tienen lugar en numerosos países de Europa, pero sin que puedan encontrarse en sus descripciones, según norma característica del género, genuinos rasgos de ambiente, pues el autor desconoce por entero los escenarios de su acción y no le importa el verismo geográfico ni diferenciar unas de otras regiones. En el Amadís hay ausencia absoluta de toda base nacional, no es ni castellano ni portugués ni de ninguna parte de España. Las maravillas y los hechos aproximadamente reales andan mezclados y se suceden en cualquier lugar. El autor se dilata con preferencia en la pintura de los palacios asombrosos o de los prodigios innumerables o de los artificios con que los personajes someten las fuerzas de la naturaleza. Los personajes o son seres malvados, orgullosos y violentos, o nobles caballeros generosos,dispuestos a todos los heroísmos. Pero por encima de todos ellos se impone la figura de Amadís, capaz de llevar a feliz término las imposibles hazañas que los restantes héroes no consiguen realizar.
El Amadís es una curiosa mezcla del mundo heroico y del lírico. El protagonista es el prototipo del héroe invencible, caballeresco y noble, pero sus aventuras flotan en un ambiente de idealismo sentimental que envuelve y hace más sugestivas las fantásticas hazañas que se encadenan sin interrupción. La gravedad española modera el demasiado sentimentalismo de los modelos franceses y , al restarle frivolidad, hace más próximos y humanos los arrebatos amorosos de Amadís. El libro está escrito en un estilo elegante y atractivo, sin los rebuscamientos de la prosa humanista ni los excesos y enrevesamientos en que tenían que caer las posteriores imitaciones del género.
Aunque tomara herencia de los modelos franceses, el Amadís los supera a todos por la facilidad con que desarrolla la acción, el interés que sabe comunicar a su relato, la habilidad con que dispone de los más variados recursos echando mano de todos los que las modas de su tiempo.
Señala Menéndez y Pelayo que, a pesar del prodigioso número de aventuras y personajes es patente la unidad orgánica del libro y la habilidad con que están combinados todos los accidentes de la fábula. Su autor supo disponer perfectamente el proceso de la acción y coordinar hasta los más pequeños episodios hacia la meta final de la novela.
Afirma Menéndez y Pelayo que el Amadís introdujo un nuevo género de caballerías, que venía a refinar y ennoblecer la literatura caballeresca anterior, Amadís encarna el tipo del perfecto caballero, espejo del valor y de la cortesía. Sus flaquezas le declaran humano, pero no empañan sus virtudes; su condición afable y humana le convierte en un héroe moderno. De aquí que su libro adquiera tan alto valor didáctico y social y se convierta en el código del honor para varias generaciones.

Éxito: Estas novelas representaban para los lectores de su tiempo la posibilidad de evasión. La exaltación producida en las mentes del s.XVI por la lectura de los libros de caballería fue parte importante en el proceso de nuestros místicos; imbuidos por su fantasmagoría, marchaban al nuevo mundo los conquistadores, y las mismas maravillas que descubrían, influían de rechazo en la admiración por unas novelas que no eran siempre más fantásticas que las nuevas, y bien reales, gestas ultramarinas.

La difusión del Amadís y sus continuaciones por todos los países de Europa fue tan dilatada o aun mayor que en la misma Península. Nuestras estrechas relaciones políticas con Italia explican que fuera este país el que primero acogió estos libros. Pareja popularidad obtuvieron en Francia, favorecida por el renacimiento de las ideas caballerescas que allí se produce con el reinado de Francisco I. Este monarca conoció sin duda el Amadís durante su prisión en Madrid y ordenó que lo se tradujera al francés. A mediados del siglo apareció en París una versión abreviada del Amadís.
En Alemania fue también la influencia cortesana la que abrió el camino para la intensa penetración del Amadís, y desempeñó en aquella nación la misma función que en Francia como manual de cortesía. En Holanda los libros peninsulares de caballería tuvieron mayor influencia que en ninguna otra parte. Y no menor fue la difusión e influjo en Inglaterra.

Influencia Literaria del Amadís: Gil Vicente lo utilizó para su Tragicomedia de Amadís de Gaula; Ariosto en su Orlando Furioso recuerda varios pasajes de la novela; Bernardo Tasso, padre del famoso autor de La Jerusalén Libertada, escribió u poema sobre el héroe; El Amadís proporciona tema para varios romances del siglo XVI e inspira comedias de Lope de Vega. Juan de Valdés, en su Diálogo de la Lengua, lo considera de los mejores libros de su especie; y Cervantes, en el conocido escrutinio de los libros de caballería, exceptúa de la destrucción al Amadís por estimarlo el mejor de todos los libros de este género se han compuesto.

Desaprobación: La desaprobación de innumerables moralistas y hombres doctos, que veían en los libros de caballería un manantial de nocivas influencias para la vida moral y un peligro estimulante de quimeras y necedades. Pedro Mexía, Fray Luis de Granada.

Tirant lo Blanc


Aunque pertenece a la literatura catalana, es indispensable hacer una mención de Tirant lo Banc. Publicado en Valencia en 1490 y escrito en su mayor parte por el caballero valenciano Joanot Martorell. A su muerte, acabó el libro Martí Joan de Galba, que compuso la cuarta parte, aunque no se sabe donde comienza ésta ni si el segundo autor retocó o modificó la obra del primero.
Menéndez y Pelayo dijo del Triran lo Blanc que era “ uno de los mejores libros de caballerías que se han escrito en el mundo, después del Amadís”. Su difusión hubo de ser bastante limitada. El Tiran tuvo en su lengua original dos ediciones, ambas en el s. XV, y una sola en su versión al castellano, la de Valladolid de 1511. De ésta se hizo la traducción italiana y la adaptación francesa. Las tres ediciones aparecidas en la Península se cuentan entre los libros más raros del mundo, y apenas se conocen menciones del Tirant fuera de los elogios de Cervantes : afirma que el Tirant es “por su estilo el mejor libro del mundo” , y alaba en él su verosimilitud y realismo, pues “aquí comen los caballeros y duermen, y mueren en sus camas, y hacen testamento antes de su muerte, con otras cosas de que todos los demás libros deste género carecen”.
Tirant lo Blanc, según Menéndez y Pelayo, no es un caballero andante que consume su actividad en delirios y quimeras, sino un hábil capitán que pone su espada al servicio de la cristiandad amenazada por los turcos; sus artes no son debidas a magos ni encantadores, sino a prudentes cálculos y a muy sagaces maniobras. Un libro de caballería de especie nueva, escrito por un hombre sensato, de espíritu burgués y algo prosaico, que modifica el sentido del heroísmo y cambia el concepto del amor para caer de lleno en el más extremado sensualismo.
Dámaso Alonso afirma que el Tirant no es un libro de caballerías, “aunque haya muchas caballerías en sus páginas”. La novela , en efecto, parece ideada por un espíritu científico, que necesita darle al lector exacta cuenta de cada detalle, buscando siempre la mayor racionalidad y rechazando lo prodigioso. El realismo de la obra descansa en una nueva técnica de narrar, en una naturalidad que encuentra como sin esfuerzo los detalles, actitudes, palabras de la vida diaria; de una simplicidad y verismo naturalista que quedan muy cerca de la novela moderna. Dámaso Alonso advierte que el nuevo realismo de Tirant colabora con enorme eficacia la despreocupación moral del autor. 
Influye el alma de la lengua valenciana en que escribe Martorell, tan apropiada para la ironía guasona, para el descaro, para la burla gráfica, para expresar el pormenor vulgar y cotidiano, sin tufo alguno de parla culta o saber libresco; que de tal índole son precisamente los episodios más logrados del libro y los que aportan esa novedad. En castellano no podían escribirse entonces las sabrosísimas desvergüenzas del Tirant, ni alcanzarse el realismo circunstancial y cotidiano que la novela valenciana prodiga.
Dámaso Alonso subraya la enorme y fructífera huella que la lectura del Tirant había de dejar en Cervantes. La ausencia de éxito popular quizá se debió precisamente a que la novela, con su realismo prematuro y sus descaradas crudezas, no llenaba las exigencias de los habituales lectores de los libros de caballerías.

RECUPERACIÓN DE LA CABALLERÍA
La recuperación de Ivanhoe en el s. XIX renovó el interés por la caballería, plasmado en películas y series como Juego de tronos.
La recuperación de Ivanhoe con motivo del centenario del nacimiento de su autor , Walter Scott, provocó el entusiasmo por la caballería medieval, primero en los pintores prerrafaelitas y luego en los propios ambientes académicos.
En ese ambiente se educaron decenas de medievalistas en Europa y Estados Unidos, que despertaron el interés por la caballería y la cultura cortés . El libro  French chivalry, publicado en 1940 por el medievalista Baltimore Sidney Painter, marcó los estudios sobre la caballería en las prestigiosas universidades de la Ivy League. Esta fascinación por la caballería también está detrás de la sátira irónica del autor Mark Twain en su novela  Un yanqui en la corte del rey Arturo,de 1889.
El interés por la caballería aumentó  y en 1952  Ivanhoe fue llevada al cine.
En los primeros momentos de la cultura posmoderna se relanzó el interés por la caballería, centrado en el año 1984, centenario de la publicación del libro de Gautier, con tres importantes aportaciones: Por otra Edad Media del francés Jacques LeGoff; el libro de Georges Duby sobre Guillermo el Mariscal; y el de Maurice Keen, La caballería. A ellas se sumó La caballería o la imagen cortesana del mundo , obra densa de las novelas de Chrètien de Troyes.
Desde entonces, el interés ha creado el espíritu de la caballería que se ha ido integrando en series de televisión o en películas de ambiente medieval que hablan de Robin Hood, las cruzadas o los templarios. De entre todas ellas, la de mayor éxito de público ha sido Juego de tronos.