jueves, 6 de noviembre de 2014

Manuscritos del Mar Muerto: Comunidad de Qumrán

 LA COMUNIDAD DEL DESIERTO: QUMRÁN

En el desolado paraje de Qumrán se hallado unos 200 manuscritos copiados hace 2000 años por gentes de una ascética comunidad esenia; probablemente se trata de los más antiguos testimonios del texto bíblico.




Esenios: secta que destacó entre los fariseos, saduceos, samaritanos, zelotas y otros grupos que forman la sociedad judía en tiempos de Jesús (sociedad de la época de Jesús). Con el paso de los siglos, los esenios fueron cayendo en el olvido, hasta que a finales del s.XIX y comienzos del S. XX aparecieron en la literatura científica y pseudocientífica como la agrupación que había influido o dado origen a los movimientos de Juan el Bautista y Jesús.
El interés por los esenios creció cuando, entre 1947 y 1956, se hallaron miles de fragmentos de manuscritos en pergamino y papiro en once cuevas del desértico paraje de Qumrán, próximo al Mar Muerto. De la llamada Cueva 1, procede la Regla de la comunidad. Está escrita en hebreo, como la mayor parte de los fragmentos; otros, una minoría, fueron escritos en arameo y en griego. Los manuscritos se guardaban en forma de rollo y se habían depositado en el interior de tinajas para preservarlos.
Hasta entonces, sólo tres autores antiguos (todos ellos del s. I d.C.) habían dejado información más o menos detallada sobre los esenio: el griego Filón de Alejandría, el judeorromano Flavio Josefo y el romano Plinio el Viejo.
Las fuentes clásicas mencionaban la existencia de esenios en centros urbanos(Josefo): "no integran una ciudad única; viven dispersos en gran número en todas las ciudades" (Guerra de los judíos, II), y de la noticia de Filón sobre el hecho de que los esenios "viven en muchas ciudades de Judea y en muchas aldeas" (Hipotéticas II)
En su Historia Natural, el geógrafo Plinio el Viejo alude a un asentamiento esenio separado, próximo al Mar Muerto.





La comunidad de los puros

Dado el carácter inhóspito y salvaje de la zona del Mar Muerto, los esenios de esta comunidad se mostraban con un talante más ascético y con una gran actividad en común; comunidad más organizada que las comunidades urbanas, debido a las dificultades que presentaba vivir en un medio tal difícil como el desierto del paraje de Qumrán.
Los esenios decidieron asentarse en tan árida región, porque consideraron el desierto como un símbolo de pureza. En el libro de Ezequiel, al final de los tiempos el desierto en las proximidades del Mar Muerto se convertiría en un jardín paradisíaco, similar al Edén bíblico.
Los esenios eligieron el desierto para apartarse radicalmente del mundo de la impureza, con el fin de permanecer tan puros como fuera posible. Como está escrito en un pasaje fundamental de la Regla de la comunidad.
Los esenios seguían  la doctrina de la predestinación, como manifestó el historiador Flavio Josefo en sus escritos: " los esenios consideran que todo debe dejarse en las manos de Dios" (Antigüedades judías XVIII.i,5) En Qumrán se creía en una doble predestinación, según la cual Dios fijó el destino de todos los seres vivientes en los comienzos de la Creación, habiendo establecido para cada caso su salvación o perdición (Regla de la Comunidad III, 15-20).

La vida diaria de los esenios.

Los miembros de la comunidad habría encontrado refugio en cuevas, tiendas y chozas próximas. Algunos investigadores consideran que la comunidad de Qumrán sólo habría tenido pocas decenas de miembros; otros aseguran que, como mucho, su número habría llegado a 120 0 150 personas.
Un aspecto clave de la vida cotidiana de los esenios era la pureza ritual. La arqueología confirma el papel  esencial de la pureza : de los dieciséis estanques descubiertos en Qumrán, sólo seis habrían servido para almacenar agua, mientras que los diez restantes sirvieron, con toda probabilidad, para la práctica de baños rituales. Esto pone de manifiesto que para los qumranitas la pureza ritual era un baluarte de su vida religiosa.                                                                                                                

La comunidad de Qumrán fue más estricta en cuestiones de higiene personal y purificación que sus contemporáneos, y en su esfuerzo por garantizar la pureza de la comunidad y elevar el nivel de santidad de sus miembros . Ellos se habrían visto así mismos como un "templo espiritual", semejante a un campamento santo en el que vivían en compañía de los ángeles. 
Esta obsesión por la pureza ritual pudo ser una de las razones, quizá la fundamental, por la cual las comunidades esenias más estrictas, del tipo Yahad, como la de Qumrán, habrían sido de características ascéticas y celibatarias, distinguiéndose de las comunidades urbanas de tipo familiar diseminadas por todo el país.( No condenan el principio de matrimonio y la procreación, pero temen el libertinaje de las mujeres y están convencidos de que ninguna es fiel a un solo hombre).

EL FINAL DE QUMRÁN: en el año 68 d. C., Qumrán fue destruido por las tropas romanas que sofocaron la última gran sublevación judía. Algunos creen que los esenios no desaparecieron del todo y que dejaron su impronta en la literatura rabínica temprana: la Mishná y la Tosefta. Otros plantean que engrosaron las filas cristianas e influyeron en fuentes del cristianismo sirio, como en el caso del Evangelio según Mateo, o en la organización eclesiástica y en el monaquismo de Siria.

A LA ESPERA DEL MESÍAS: las gentes de Qumrán creían en la venida de un salvador, ya fuese de tipo davídico (un descendiente del rey David), sacerdotal (vinculado a Aarón, antiguo sumo sacerdote) o bien celestial (un personaje de naturaleza angelical o sobrenatural). En ocasiones aparece expresada la creencia en la venida de dos mesías: "Hasta que vengan el profeta y los mesías de Aarón e Isarael" (Regla de la Comunidad IX).  













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